ABUNDIA
EL
ángel de la abundancia y de la riqueza es el Elohim de los dones de Dios y nos
revela las riquezas de Dios en la Tierra. Nos lleva al conocimiento de que no
existe carencia en la conciencia divina. La abundancia divina está prevista
para todos los seres. Somos la riqueza de Dios y estamos provistos de dones divinos. Es
nuestra tarea traer los aspectos divinos en forma de talentos a la Tierra para
crear el paraíso en la Tierra. El ángel de la abundancia y de la riqueza solo
puede ingresar en nuestra vida si aceptamos las cosas tal cuales son. Tenemos
que asumir la responsabilidad de que nuestra resistencia a la verdad divina y a
nuestra tarea vital ha creado una carencia en nuestra vida.
El
ángel de la abundancia y de la riqueza manifiesta la fuerza chamánica muy
potente para que nos sea posible atravesar la materia con energía divina y
revelar lo sagrado de la Tierra y de todos los seres.
Su
imagen es de una gran belleza y una pureza angelical, es muy paciente y rebosa
amor.
Lo que otorga:
*Atraer
todo tipo de abundancia
*Las
inversiones financieras
*La
buena fortuna
*Proteger
las posesiones valiosas
*Venta
de casas y negocios
Oración:
“Tráenos Abundia toda tu Abundancia. Tráenos
caudales de tus riquezas, Serenidad para tenerlas y
amor divino para obtenerlas. Tráenos la fe de tu riqueza,
Tú, gran Abundia, danos riqueza de pensamiento, De sentimiento
Tráenos Señora tus frutas frescas, Tráenos
verduras, tráenos dulzura. Tráenos también oro bendito,
Tráenos tus piedras, rubíes, zafiros. Tráenos, tu prosperidad. Abre las arcas,
saca tu cuerno de la abundancia Y abre la llave del
manantial, Chorros caudales danos y báñanos sobre todo con el amor supremo de Dios, Con el fervor de la oración, con tanta fe,
seguridad, prosperidad, de las manos de Dios. Abundia, Abundia, Abundia, gran Ser angelical, De la
Abundancia te pedimos a ti con amor, Que escuches
con gran fervor esta plegaria oración de petición. Te agradecemos a ti señora Abundia, Que traigas abundancia de planes nuevos y cosas nuevas,
Todas benditas por Dios nuestro amoroso Señor. Amén”
Astrid López Calderón
Estudiante de Angelología
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