lunes, 21 de julio de 2014

ÁNGELES Y CRISTALES

"El futuro no está escrito, cambia con tu evolución... el poder está en tus manos"

LOS ÁNGELES Y LOS CRISTALES


Desde la antigüedad los cristales son venerados por los poderes sagrados y curativos. Es un tema con muy diversas teorías en cuanto a para que se utiliza cada uno, sin embargo como estamos en tiempos de luz, hay coincidencia en la  gran afinidad para inter-actuar con los dominios angélicos, de modo que no hay dudas que las vibraciones que emanan los cristales atraen la presencia de los seres de luz, nos permiten una mejor sintonización y comunicación con los ángeles, arcángeles, reino angélico en general, proporcionándonos sabiduría.

Si bien los cristales son para ellos como un imán, cada arcángel en particular, tiene su favorito o una mayor correspondencia por las vibraciones específicas de la capacidad energética, la estructura del cristal, forma y color.

Pero antes de utilizar un cristal debemos limpiarlo o purificarlo y de ese modo eliminar cualquier vibración negativa que pudiera haber absorbido.

Hay muchos métodos, uno de ellos para limpiar nuestros cristales es dejarlos en agua con sal marina toda una noche a la luz de la luna llena, al día siguiente sacarles el agua y dejarlos secar al sol. Otro método es el sistema de las flores, puede usarse para todo tipo de cristal y debemos colocar tres flores y varios pétalos sueltos en un recipiente de cristal transparente, luego sumergimos los cristales que queremos limpiar debajo de ellos cubriéndolos en su totalidad y lo dejamos durante 24 horas; es importante tratar de elegir flores naturales y frescas del mismo color del cristal que debemos purificar. Finalmente los retiramos y desechamos los restos de flor que queden. Así de fácil están listos para usar con los seres de luz.

Aquí vale la aclaración que debemos tener presente que siempre son herramientas en nuestras manos Reiki, para la obtención del fin propuesto con el receptor que estamos tratando de ayudar como canal de energía universal.

Ahora pasamos a desarrollar los cristales que más nos ayudan para conectarnos con el reino angélico.

  
Arcángel Miguel:

-  Ojo de tigre: Nos protege contra influencias negativas, aumentar la autoestima y ayuda  a combatir las adicciones.                                                                                
-    Aguamarina: no permite expresar la verdad y nos da valentía.
   Turquesa: alienta la comunicación y nos da protección.
-    Lapislázuli: nos ayuda a expresarnos y purifica el Chakra de la garganta.


Arcángel Rafael:

    Venturina: trae curación y consuelo, abre el chacra de corazón.
-     Esmeralda: promueve armonía y plenitud.
-     Crisoprasa: activa el chacra cardíaco y aleja el desconsuelo.


Arcángel Chamuel:

    cuarzo rosa: genera amor incondicional, tolerancia y perdón.
-     kungita: sana el corazón físico y emocional, trae compasión.
  Rodocrosita: une lo físico con lo espiritual, armoniza, se aplica directamente sobre el corazón desbloqueando lo emocional.


Arcángel Gabriel:

 Tanzanita: ayuda en la comunicación con los ángeles, los guías y los maestros. Activa la capacidad psíquica.
    Lolita: abre el tercero, nos guía en la senda espiritual.
    Calcita azul: purifica los chakras.


Arcángel Jofiel:

-  Labradorita dorada o piedra del sol: proporciona alegría y facilita la conexión con la luz interior.
   Citrino: equilibra el plexo solar y desvanece la negatividad.


Arcángel Uriel:

 Ametrino: alivia la depresión, proporciona paz al alma, disipa temores y fobia. Equilibra emociones.
-    Angelita: trae paz interior, tranquilidad y calma.


Arcángel Zadquiel:

-  Amatista: transforma las energías bloqueadas y estimula el desarrollo espiritual.
Charoita: proporcional de bloqueo del Chakra de la coronilla provocando una transformación espiritual.

Si deseamos invocar a un arcángel, se aconseja llevar con nosotros el cristal adecuado según nuestra elección.

Es muy fácil, con ello comenzamos a iniciar un contacto con las energías puras mientras realizamos nuestra actividad diaria.

Una vez que lo logremos nos vamos a dar cuenta porque iremos sintiendo o percibiendo su presencia por todas partes con solo prestar atención, dado que están siempre con nosotros guiándonos y protegiéndonos,

Es importante practicar meditación con los seres de luz siempre que podamos, para recibir su mensaje e inspiración dado que nos ayudan a reflexionar sobre nuestra vida, a escuchar nuestro interior y a seguir lo que nos dice nuestra intuición; incluso si hay algún aspecto en nuestra vida o de nosotros que debemos cambiar para estar mejor.

Como los cristales tienen su propia energía, resulta una excelente combinación con Reiki sumado al reino angélico, pero al tener libre albedrío, ellos no entran a nuestras vidas a menos que lo pidamos y como su vibración es tan alta debemos tomarnos un tiempo para detenernos, relajarnos, respirar con conciencia, cerrando los ojos, con una música tranquila, sosteniendo entre las manos el cristal adecuado y así comenzar a llamarlos a nuestra vida.

Algunas personas tienen sensación de escalofrío o calor o una gran tranquilidad o caricias en alguna parte de los brazos o piernas, y todo ello logra que podamos escuchar y ser escuchado envuelto en una profunda relajación.

Permítase recibir su amor, orientación y apoyo, guiando la manera de fortalecer la conexión que genera paz y armonía en la vida, liberando o transmutando traumas y dolor emocional interior logrando así mayor sabiduría. Deje que su mente, cuerpo y espíritu vuelva a conectarse con la luz para sacar los miedos o las culpas llegando lograr el equilibrio energético necesario para ser feliz.

Ellos vienen de un lugar de amor, no juzgan ni critican y no hay nada que temer de los ángeles.

Cuando invites estos seres de luz a tu vida, notarás la diferencia y una mayor apertura del centro de corazón para tener alegría, amor, claridad, precisión, actitud positiva, aumento de la energía, de la confianza, la paz, la armonía y el equilibrio total, llevándote a la alineación perfecta logrando volver a ser la LUZ que eres.



Astrid López Calderón

Estudiante de Angelología

                                          




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