“Amado
Ángel de la Navidad, yo decreto que el año venidero lograré todos mis proyectos
y peticiones. Genero cada día más salud, amor, éxito y abundancia. Con tu ayuda
soy un imán de las bendiciones y la prosperidad. Hecho está”.
EL ÁNGEL DE LA NAVIDAD
¿Qué es el ángel de la
Navidad?
La
historia bíblica de la Anunciación, en la que el Arcángel Gabriel anuncia a
María que será la madre del Hijo de Dios, es el comienzo de una historia que
culmina en la Navidad, o el día del nacimiento
de Jesús. El arcángel Gabriel, sin embargo, no es el ángel al cual se refiere
la tradición moderna del ángel de la Navidad. Se dice que el ángel de la
Navidad fue un ángel que acompañó al arcángel Gabriel y se quedó para
convertirse en la Estrella de Oriente y guiar a todos hacia el recién nacido
Jesús. El día de este ángel se celebra el 21 de diciembre.
El
Ángel de la Navidad es concebido no como una persona de carne y hueso, a pesar
de que la leyenda así lo describe, sino más bien como una energía que viene desde el centro de
nuestro sistema estelar y que llega año tras año para repartir, más que cosas
materiales, aquello de lo cual los seres humanos no pueden prescindir: paz,
amor, armonía y alegría.
Coincide
con el solsticio de invierno, siendo un día especial para llenar de alegría
nuestro hogar. El 21 de diciembre de todos los años desde hace más de 2000
años, se celebra la llegada de una esfera de luz en los cielos, anunciando un
hecho divino en la tierra. Esa luz, cometa o como quieras llamarlo es el Ángel
de la Navidad.
Ritual para
recibir el ángel de la Navidad (Autora: Arwen (Antonella Weisson
E.)
Necesitaremos:
-
3 Velas doradas.
-
Papel amarillo
-
Bolígrafo dorado
-
2 recipientes donde coloques arroz y agua
-
Dulces o panes para ser obsequiados entre personas necesitadas
-
Incienso en grano (que le puedes añadir perfumes de flores o frutas)
-
3 varillas de incienso (flores o frutas)
-
1 campanita
Debemos
limpiar nuestro hogar y ordenar todo para que esté acorde a recibir este gran
visitante. Tomaremos el incienso en grano en un recipiente con Mango y lo
quemaremos en los carbones vegetales, recorreremos cada rincón de la casa para
esparcirlo y mientras lo hacemos visualizaremos mucha luz que inunda cada
estancia de nuestro hogar, paralelamente tendremos que ir tocando la campanita
a fin de activar las energías que pueden encontrarse estancadas y abriremos las
ventanas a fin de permitir que estas circulen. Una vez que hemos limpiado
nuestro hogar preparemos un sitio especial para poner los cuencos o recipientes
con arroz y agua, también se colocara 1 vela dorada encendida y se encenderá un
palillo de Incienso, también se colocara en una cesta los panes o dulces para
ser obsequiados… mientras lo hacemos diremos lo siguiente (sonando la campanita
y recorriendo nuestro hogar):
“Bienvenido
seas hoy y siempre dulce Ángel de la Navidad, llena con tu luz celestial cada
rincón de este hogar Bienvenido a esta morada portador de buenas nuevas,
Ilumina y guía a cada ser que en esta casa habita”.
“Bienvenido
seas hoy y siempre dulce Ángel de la Navidad, Y gracias por traernos miles de
bendiciones llenas de luz, amor y prosperidad”.
Podemos
repetir esta oración cuantas veces queramos y así lo sintamos… luego de ello
nos sentaremos y en el papel amarillo redactaremos 3 pedidos…. Deberemos pedir
en el siguiente orden:
-
1 pedido para el planeta y la humanidad
-
1 pedido para tu entorno (familia y amigos)
-
1 pedido personal.
Luego
de ello doblaremos la hoja y la ubicaremos bajo el cuenco o recipiente que
contiene el arroz…. Y mientras lo hacemos diremos:
“Amado
Ángel de la Navidad portador de bendiciones
El
día 22 volveremos a encender la vela dorada y el sahumerio, meditaremos sobre
los pedidos realizados visualizándolos concedidos.
El
día 23 se encenderá la última vela dorada y el ultimo sahumerio y en la vela
quemaremos la hoja de nuestro pedido visualizando que está en forma de energía
se eleva poco a poco hacia el cielo… nuevamente agradeceremos porque estamos
seguros que todo se realizara. Luego tomaremos la cesta con los dulces y panes
que podemos acompañar con víveres y artículos, que deberemos entregar entre
personas necesitadas o a una casa de donación para que sean distribuidos.
Astrid López Calderón
Estudiante de Angelología
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